Hay muchos inconvenientes fácilmente visibles de tener una actitud pesimista. Principalmente el pesimismo tiene los siguientes riesgos.
- Depresión y ansiedad: Es obvio que una persona que recurre constantemente a pensamientos negativos tendrá más posibilidades de sufrir tanto depresión y ansiedad. Es por ello, que es vital dejar el pesimismo por el optimismo.
- Desarrollo de malos hábitos: Los pesimistas pueden llegar a dejar de lado su cuidado personal. Tanto es así que no sólo mantendrán una actitud poco saludable tanto en sus comidas como en el deporte, sino que además pueden dejar de lado también las revisiones o las citas médicas.
- Menos estrategias para afrontar el estrés: Al verlo todo negativo es más probable padecer todos los estragos que puede dejar el estrés. Además el pensamiento pesimista también hace que tengamos menos estrategias para afrontar las situaciones estresantes de nuestra vida.
- Menor posibilidad de éxito: Dejar las cosas a medias, postergar continuamente las tareas, entre otros tipos de actitudes pesimistas no es de ayuda para lograr nuestros objetivos. Es por ello que muchas veces el pesimismo juega una especie de círculo vicioso dónde siempre somos la víctima.
Todos estos efectos son sólo la punta del iceberg del pesimismo. De este modo, es vital dejar atrás los pensamientos pesimistas y acudir a un especialista en salud psicológica para borrar todas las manchas emocionales que puede dejar esta actitud en nuestra mente.
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