A pesar de que nuestra balanza está de manera natural más encaminada a tener una actitud pesimista que optimista, la realidad es que existen una serie de factores que hacen que una persona sea más pesimista que optimista. Entre las principales causas de esta actitud negativa hacia uno mismo están las siguientes.
- Genética: En algunos casos existen ciertos factores genéticos que aumentan la probabilidad de tener una tendencia hacia el pesimismo. Entre ellos, que algún pariente sufra o haya sufrido de una enfermedad como la depresión y la ansiedad.
- Dinámica familiar: La infancia es una etapa que marca mucho la personalidad que tendrá un adulto. Cuando un niño vive en un entorno familiar conflictivo, es muy probable que acabe derivando en actitudes más pesimistas que optimistas.
- Traumas: Tener una mala experiencia que marque nuestra memoria puede ser uno de los factores que hagan que tendamos más hacia el lado negativo que positivo.
- Pobreza: No poder tener una seguridad económica también es una de las causas principales que pueden hacer que una persona sea más pesimista que optimista.
Comentarios
Publicar un comentario