Existen una serie de características y actitudes que indican que una persona tiende más al pesimismo que al optimismo. Si te identificas en las siguientes situaciones y pensamientos, es muy probable que sean una persona pesimista.
- Te sorprende que salgan las cosas bien: Piensas que siempre te pasa todo lo negativo a ti. Siempre ves que a los demás les va todo bien, mientras a ti sólo te suceden desgracias. Este tipo de pensamientos revelan que eres una persona pesimista.
- Crees que fallarás: Cuando al empezar una tarea o proponerte un objetivo siempre tiendes a pensar que nunca llegarás a ello, es muy probable que formes parte de los pesimistas.
- Centras tu atención en lo negativo: Una de las características más comunes de los pesimistas es precisamente que ponen el foco de su atención a todo lo que es negativo. Tanto es así que las personas con demasiado pesimismo pueden vivir una situación normal y corriente como una catástrofe a sus ojos.
- Subestimas tus propias habilidades: Un pesimista por definición siempre verá sus carencias en vez de sus virtudes. Por ello, en muchas ocasiones, estas personas sufren tanto de una baja autoestima como del denominado síndrome del impostor.
Todo el mundo puede experimentar épocas de pesimismo y de optimismo. A pesar de ello, cuando este equilibrio está enfocado hacia el pesimismo es vital intentar acabar con este tipo de pensamientos. La mejor forma de hacerlo es acudiendo a un psicólogo y aplicando ciertas técnicas para fomentar una actitud más positiva.
Comentarios
Publicar un comentario