Antes que nada, es importante que sepas que la tendencia a ver la parte negativa de las situaciones es normal y tiene una razón evolutiva y adaptativa: protegernos de aquello que potencialmente puede hacernos daño. Dicho de otro modo, para nuestro sistema psicológico de protección es más interesante saber qué va mal y qué puede perjudicarnos, que identificar aspectos que van bien y nos benefician. Sin embargo, cuando una persona solo ve la parte negativa de lo que ocurre, se convierte en pesimista y la función adaptativa de detectar lo “negativo” se convierte en un problema, en un lastre para su estado de ánimo.
Las personas realistas no solo se preparan mentalmente para aquello que podría salir mal (teniendo en cuenta los hechos objetivos), sino que, también, se preparan para disfrutar de lo que puede salir bien. Es decir, son capaces de prepararse para casi cualquier tipo de resultado, saben disfrutar de sus logros y están preparadas para sus fracasos: estos no les impiden seguir intentando alcanzar sus metas ni les hacen distraerse de su camino.
En este punto, si te das cuenta las personas realistas se caracterizan por no ser catastróficas y por valorar de una manera más ajustada los aspectos positivos y negativos de las situaciones y los problemas. Es esta capacidad de valorar las situaciones una de las características más distintivas de las personas realistas.
Comentarios
Publicar un comentario