Ir al contenido principal

Entradas

Causas de ser pesimista

A pesar de que nuestra balanza está de manera natural más encaminada a tener una actitud pesimista que optimista, la realidad es que existen una serie de factores que hacen que una persona sea más pesimista que optimista. Entre las principales causas de esta actitud negativa hacia uno mismo están las siguientes. Genética: En algunos casos existen ciertos factores genéticos que aumentan la probabilidad de tener una tendencia hacia el pesimismo. Entre ellos, que algún pariente sufra o haya sufrido de una enfermedad como la depresión y la ansiedad . Dinámica familiar: La infancia es una etapa que marca mucho la personalidad que tendrá un adulto. Cuando un niño vive en un entorno familiar conflictivo, es muy probable que acabe derivando en actitudes más pesimistas que optimistas. Traumas: Tener una mala experiencia que marque nuestra memoria puede ser uno de los factores que hagan que tendamos más hacia el lado negativo que positivo. Pobreza: No poder tener una seguridad económica también...

El pesimista se hace, no se nace

Algunas personas piensan que son pesimistas “por naturaleza”. Pero están equivocadas. Nadie nace así, sino que es la vida la que nos enseña a serlo. Conforme vamos acumulando frustraciones y experiencias que nos cuesta trabajo asimilar, “aprendemos a ser pesimistas”. El pesimismo es una actitud que no nos acarrea ningún beneficio, sino todo lo contrario, nos sumerge en un laberinto sin salida. El pesimismo puede llevarnos a vivir en un círculo vicioso del que podemos no ser capaces de escapar.

¿Por qué somos pesimistas?

Por suerte o por desgracia, tenemos una tendencia natural a ser pesimistas. Esto es debido a que nuestra biología está preparada para intentar sobrevivir a toda costa. Por lo tanto, en un ambiente lleno de riesgos es mejor prevenir que curar. De esta forma, nuestro organismo tiende a preferir una actitud pesimista ante la adversidad ya que prevalece la prudencia.  El problema surge cuando estamos en un entorno que no sólo es poco peligroso, sino en el que este tipo de supervivencia ya no es un reto para nuestra especie. Hoy en día una persona pesimista no sólo tiene desventajas delante de los demás, sino que esta actitud puede llegar a pasarle una mala factura a su salud.